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“Encontrando la libertad” "Decídase por la realidad"

La mayoría de nuestros problemas son porque no pasamos ...tiempo con Dios. Salmos 1 En este punto, quiero hacer una breve encuesta. Tiempo de confesión. ¿Alguna vez has trasnochado cuando sabías que debías dormir? ¿Alguna vez intentaste tomar el control de tu vida, de una circunstancia o de otra persona; y descubriste que no podías? Bienvenido a la raza humana. Incluso Pablo tuvo esta clase de luchas. El apóstol Pablo, el cristiano más piadoso después de Jesús, dijo esto: No consigo entenderme a mí mismo, porque mi deseo sincero es hacer lo bueno, pero no lo hago. Hago en cambio lo que no quisiera hacer, lo que de veras aborrezco… Pero esto de nada me sirve, porque no soy yo quien así actúa, sino el pecado que está en mí y que es más fuerte que yo. Pablo estaba luchando con eso. Hagamos un breve inventario. ¿Cuál es la causa de todos estos problemas? La causa arraigada es la misma. Todos los problemas de tu vida tienen la misma causa: Estás jugando a ser Dios. Si actúo como si yo fuera Dios, tomo mis propias decisiones, en vez de hacer lo que Dios me dice que haga; como consecuencia, ocasiono todos estos problemas en mi vida. Pretender ser Dios es la más vieja de las tentaciones. Arranca con Adán y Eva en el huerto de Edén. Allí, Adán fue tentado a comer el fruto del árbol que Dios le había prohibido que comieran. “¡Si comes este fruto serás como Dios!”. Satanás nunca te tienta para que seas como él. Nunca te dirá: “Si comes este fruto serás como yo”. Nadie quiere ser como el diablo. Él te dice: “Come y serás tu propio dios”. Hoy existe una filosofía completa edificada sobre este principio: El movimiento de la Nueva Era, que dice que tú eres un dios, no me digas nada así soy yo. Así que, es la más vieja de nuestras tentaciones procede de Satanás. Se origina en nuestro orgullo. Ezequiel enfatiza esto cuando se refiere al rey de Tiro: En la intimidad de tu arrogancia dijiste: “Yo soy un dios”… ¡Pero tú no eres un dios, Aunque te creas que lo eres! ¡Tú eres un simple mortal! El hombre siempre busca culpar a alguien mas. ¿Te has dado cuenta de cuál ha sido el denominador común de todas las malas relaciones que has tenido? Piénsalo. ¡El denominador común de todas y cada una de tus relaciones eres tú! Es obvio. Todas las otras cosas son diferentes, pero tú eres el factor común. Tu peor enemigo eres tú mismo. Tú eres la causa de la mayoría de tus problemas. Hoy, te ayudaremos a entender esto; te ayudaremos a comprender que este es el problema que debes resolver primero. ¿Cómo se cura? Jesús comienza el Sermón del Monte diciendo: “Voy a enseñarles ocho maneras de hallar la felicidad. Si haces esto, serás dichoso… Si haces esto, serás dichoso… Si haces esto serás dichoso…"; ocho declaraciones. Las llamamos: “Las Bienaventuranzas”. Ser bienaventurado significa ser feliz. Eso es todo. Ser bienaventurado es disfrutar de la suprema felicidad. La primera bienaventuranza es la primera decisión sanadora que te permitirá abandonar tus malos hábitos y sanar tus heridas y complejos. La primera bienaventuranza está en Mateo 5:3, “Bienaventurados los pobres en espíritu porque de ellos es el reino de los cielos”. Dios bendice a los que son pobres en espíritu y se dan cuenta de la necesidad que tienen de él. Está diciendo que nadie entrará al cielo lleno de orgullo. Todo es por la gracia. "No por obras, para que nadie se gloríe". ¿Qué es ser pobre en espíritu”? 1. Primero, para ser pobre en espíritu debo humillarme y admitir que necesito ayuda. _Tengo que enfrentar la verdad sobre mí. Tengo que dejar de vivir en la negación. Por eso llamamos a esto la decisión de la realidad. Jesús dijo: La verdad los hará libres. Así que, admito humildemente que necesito ayuda ¿Cómo funciona esto? Quiero ser bien específico. • Lo primero que debes admitir es esto: Soy pecador _ Otra cosa respecto de la cual debo ser honesto: Mi orgullo y mis miedos me impiden avanzar. Esta semana limpié mi refrigerador. Esa puede ser una experiencia muy espiritual. Limpiando mi refrigerador aprendí una verdad teológica importante. Una cosa no tiene que oler mal para estar podrida. ¡Eso es profundo! Algunas verduras huelen muy mal cuando se pudren, de modo que te enteras enseguida. ¿Alguna vez oliste una papa podrida? ¡Guau! Apesta. Cuando una papa se pudre por dentro, enseguida te enteras. En cambio, un avocado puede pudrirse y aún tener buen aspecto por fuera. Ni siquiera tendrá mal olor. Sin embargo, ambos están podridos. El punto es este. Algunos de ustedes piensan: “No necesito sanar mi alma porque todavía no tengo mal olor”. Pensamos que una serie de predicación como esta es solo para los que huelen mal. El hecho de que no huelas mal no significa que no haya descomposición en tu vida. Hay algo en ti que no te gusta. No digo que a Dios no le gusta. Estoy hablando de esas cosas en tu vida que ni si quiera a ti te agradan. Cosas que cambiarías si pudieras. Cosas que siempre haces pero no quisieras hacer. “Quisiera ser más amoroso, menos egoísta. Me gustaría no perder los estribos. Me gustaría no tener esta adicción. Me gustaría no sentir este miedo. Me gustaría no ser tan inseguro”. ¿Alguna vez has conversado así con alguien?: “estás enojando”, No estoy enojado. “Sí, lo estás”. ¡No estoy enojado! A pesar de que es obvio que está enojado y no quiere admitirlo 2. En Segundo lugar, necesito pedirle ayuda a Dios humildemente. Pablo expone este concepto en 2 Corintios 1:9 (NTV). Él estaba atravesando tiempos difíciles, y dijo: Dejamos de confiar en nosotros mismos y aprendimos a confiar solo en Dios, quien resucita a los muertos. ¿Sabías que Pablo estuvo a punto de desfallecer? Estaba deprimido, desanimado y con ganas de rendirse. Si Dios puede resucitar a los muertos, entonces puede resucitar un matrimonio muerto. Si Dios puede resucitar a una persona muerta, entonces puede resucitar una carrera muerta. Si Dios puede resucitar a una persona muerta, entonces puede también resucitar nuestros sueños muertos. Si Dios puede resucitar una persona muerta, entonces puede también restaurar el amor y el romance en tu matrimonio. Dios puede hacer milagros. Cualquiera puede sacar algo bueno de lo bueno; pero solo Dios puede sacar algo bueno de lo malo. Él es especialista en transformar crucifixiones en resurrecciones.

Yo no se como esta tu vida, somos muy buenos para aparentar, Te ruego, como tu pastor y amigo: no esperes a tocar fondo. No esperes a que todo se haya venido abajo para recién admitir que necesitas ayuda y acudir a Dios para que te la dé.. 3. Debo aceptar humildemente la ayuda de otros. Por medio de este tercer requisito, Dios nos demuestra que nos ha creado de tal manera que nos es imposible lograr restauración completa por nosotros mismos. Quiero ser bien directo: ¿Sabes cuál es el problema que debes resolver en tu vida? ¿Es una tentación? Ese vicio, esa falta, ese temor, esa preocupación, esa soledad; sea lo que sea que está arruinando tu vida, nunca te librarás de eso por ti mismo. Si pudieras, ya lo habrías hecho; pero no puedes, así que no lo harás. Si sigues estancado es debido a tu orgullo Eclesiastés 4:9. Más valen dos que uno [Esto se llama: comunidad], porque obtienen más fruto de su esfuerzo. Si caen, el uno levanta al otro [Esto se llama: recuperación] ¡Ay del que cae y no tiene quien lo levante! El hecho es que nos necesitamos unos a otros para mantenernos saludables. Si no cuentas con una persona con la que puedas ser absolutamente honesto, siento pena por ti, porque eso no es saludable. Dios nos creó de manera tal que necesitamos la ayuda de una comunidad para recuperarnos. Por eso vamos a empezar grupos pequeños en casas. Si tu no prendes tu teléfono no puedes hablar con nadie, eso seria terrible verdad Del mismo modo, mi vida solo recibirá poder cuando El Libro de Dios esté abierto. Santiago 5:16 (NTV). Confiésense los pecados unos a otros y oren los unos por los otros para que sean sanados.

paraiso Espiritual

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